Mont Carmel
Haïfa
Césarée Maritime


Cesarea Marítima

Cesarea de Mar, situada en la costa mediterránea de Israel, entre Tel Aviv y Haifa, es una antigua ciudad portuaria construida por el rey Herodes el Grande a finales del siglo I a.C. en honor del emperador Augusto César. Fue uno de los mayores puertos artificiales de la Antigüedad y un importante centro administrativo, militar y cultural de la provincia romana de Judea.

La ciudad se distinguía por su grandiosa arquitectura romana: un teatro, un hipódromo, un acueducto, termas y un palacio real frente al mar. También albergaba un templo dedicado a César, que subrayaba su papel político en el Imperio.

Cesarea desempeña un papel importante en el Nuevo Testamento. Fue el hogar del centurión Cornelio, el primer pagano convertido al cristianismo tras una visión (Hch 10). El apóstol Pablo fue encarcelado aquí durante dos años antes de ser enviado a Roma para ser juzgado (Hch 23-26). La ciudad estaba, pues, en la encrucijada del mundo romano y del cristianismo naciente.

Hoy en día, el Parque Nacional de Cesarea es un yacimiento arqueológico excepcional y muy visitado. Aquí podrás admirar los restos del puerto, el teatro romano que aún se utiliza para espectáculos, los mosaicos y las fortificaciones de los cruzados.

 

Puerto de Cesarea

Puerto de Cesarea

Puerto de Cesarea

Cesarea Marítima

Teatro de Cesarea

Fotos: E. Pastore

 

Haifa

Situada en el norte del país, por debajo y por encima del monte Carmelo, Haifa es la tercera ciudad más grande del país, con una población de 270.500 habitantes. Al igual que Acre y Jerusalén, junto a la población judía, alberga una gran comunidad árabe palestina (árabes israelíes) de aproximadamente 25.000 personas de diversas confesiones.

Haifa desde las terrazas bahá'ís

Haifa desde las terrazas bahá'ís

Fotos: E. Pastore

Monte Carmelo

El monte Carmelo, situado en el noroeste de Israel, cerca de la ciudad de Haifa, es una cadena montañosa rica en simbolismo bíblico e historia religiosa. Su episodio más famoso en la Biblia se encuentra en el Primer Libro de los Reyes (capítulo 18), donde el profeta Elías se enfrenta a los profetas de Baal. En una época en que el pueblo de Israel se apartaba de Dios para seguir cultos paganos, Elías convocó un desafío en el monte Carmelo: cada bando debía invocar a su dios para que hiciera caer fuego del cielo sobre un sacrificio. Los profetas de Baal fracasan, mientras que el fuego divino consume la ofrenda de Elías, demostrando que el Dios de Israel es el único Dios verdadero. Este acontecimiento marca un importante punto de inflexión espiritual, que nos recuerda la importancia de ser fieles a Dios.

El Monte Carmelo también está vinculado en la tradición cristiana a la figura de Elías como precursor de Cristo, y se ha convertido en un importante lugar espiritual. Fue aquí, en el siglo XII, donde nació la orden religiosa del Carmelo (los Carmelitas), fundada por ermitaños inspirados por Elías. Hoy, el lugar principal es el monasterio de Stella Maris, construido en la cima, donde se venera la gruta de Elías. El Monte Carmelo sigue siendo un lugar de peregrinación y oración para judíos, cristianos y musulmanes, un símbolo del celo profético.

Estatua del profeta Elías

Santuario de Muhraqa dedicado al profeta Elías

Vista del Mar Mediterráneo desde Stella Maris, Haifa

Santuario de Stella Maris dedicado a Nuestra Señora del Monte Carmelo

Santuario de Stella Maris dedicado a Nuestra Señora del Monte Carmelo

Santuario de Stella Maris, gruta de Elías

Fotos: E. Pastore