Patmos

 

Patmos, una pequeña isla griega del archipiélago Egeo, es conocida por su importancia religiosa e histórica. Según la tradición cristiana, fue en esta isla donde el apóstol San Juan recibió una visión divina y escribió el Libro del Apocalipsis. Este momento extraordinario se menciona en la Biblia, al principio del Libro del Apocalipsis, en Ap 1,9: «Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la prueba, la realeza y la perseverancia en Jesús, estuve en la isla de Patmos a causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús». Patmos sigue siendo un importante lugar de peregrinación y espiritualidad.

La isla griega de Patmos

Patmos es una pequeña isla griega del archipiélago Egeo, a unos 60 kilómetros al sureste de Grecia continental. Tiene una superficie de unos 34 kilómetros cuadrados y un litoral escarpado y accidentado, característico por sus formaciones rocosas y paisajes montañosos. La isla es conocida por su terreno montañoso, en particular el monte Profitis Ilias, que se eleva hasta los 269 metros y ofrece unas vistas panorámicas excepcionales.

La principal ciudad de Patmos es Chora, también conocida como Horio, que es el centro histórico y administrativo de la isla. Aquí se concentran la mayoría de los lugares religiosos, como el famoso Monasterio de San Juan, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, así como pintorescas callejuelas bordeadas de casas tradicionales. Otras ciudades principales son Skala, situada en la costa sur y principal puerto y centro comercial de la isla, y Grikos, una pequeña y tranquila bahía popular por sus playas.

La población total de la isla ronda los 3.000 habitantes, pero esta cifra puede variar estacionalmente con la afluencia de turistas. La mayoría de los habitantes viven del turismo, la hostelería, los servicios religiosos y la agricultura. La economía local también depende de la pesca, una actividad tradicional.

La agricultura en Patmos es limitada debido a la naturaleza rocosa del terreno, pero los principales cultivos son olivos y vides para el vino local, así como cítricos y hortalizas en huertos. La producción de aceite de oliva y vino constituye una parte importante de la agricultura de la isla, y algunos productos se exportan a otras islas o a la Grecia continental.

El monasterio de San Juan el Teólogo

El Monasterio de San Juan el Teólogo fue fundado en 1088 por el emperador bizantino Alexis I Comneno, con el fin de proteger el lugar donde, según la tradición, San Juan recibió la visión del Apocalipsis. Situado en lo alto de un escarpado acantilado en el pueblo de Chora, este monasterio es una obra maestra de la arquitectura bizantina, con sus gruesos muros, capillas ornamentadas y exuberantes jardines.

A lo largo de los siglos, el monasterio ha resistido invasiones y tormentas, sin dejar de ser un importante centro religioso y cultural. Hoy alberga una comunidad de unos pocos monjes, generalmente entre 10 y 20, que viven según la regla monástica y perpetúan la tradición religiosa.

El monasterio cuenta con un museo rico en tesoros, que incluye preciosos manuscritos, iconos bizantinos, objetos litúrgicos y reliquias religiosas. Sus tesoros incluyen una reliquia de San Juan, antiguos manuscritos de la Biblia y obras de arte religioso excepcionalmente bien conservadas.

Vista de Patmos foto E. Pastore

Foto Patmos E. Pastore

Foto Patmos E. Pastore

Foto Patmos E. Pastore

Monasterio de San Juan, Patmos foto E. Pastore

San Juan, monasterio de Patmos foto E. Pastore

Monasterio de San Juan en Patmos foto E. Pastore

Monasterio de San Juan en Patmos foto E. Pastore

Vista desde Patmos foto E. Pastore

Foto Patmos E. Pastore

Vista desde Patmos foto E. Pastore

Vista de Patmos foto E. Pastore

La cueva del Apocalipsis

La Gruta del Apocalipsis, situada bajo el monasterio, es un lugar sagrado para los cristianos de todo el mundo. Enclavada en un escarpado acantilado, esta gruta natural mide unos 15 metros de largo y 7 metros de ancho. Según la tradición, fue aquí donde San Juan recibió la visión divina registrada en el Libro del Apocalipsis.

La historia de San Juan comienza cuando abandonó Jerusalén para dirigirse a Éfeso, huyendo de la persecución de los cristianos por parte del Imperio Romano. Sin embargo, su presencia en Éfeso provocó cierto malestar debido a sus enseñanzas y a la influencia que ejercía sobre sus discípulos. Por ello fue desterrado a la isla de Patmos, una prisión al aire libre, hacia el año 95-96 d.C.

Fue en este contexto en el que San Juan recibió su visión profética y se la comunicó a su discípulo Procoro. Se dice que Procorus la escribió al dictado de Juan. Como consecuencia, la gruta se ha convertido en un lugar de peregrinación.